Ataques al aborto legal en el gobierno de Bolsonaro y en la pandemia Covid-19 en Brasil

Un tema central en el gobierno de Bolsonaro es el retroceso de los Derechos Humanos y la Democracia. En el escenario actual, los derechos de las niñas y mujeres, incluido el derecho a la salud, los derechos sexuales y los derechos reproductivos, se encuentran bajo amenaza constante y ofensiva. Los temas de género, sexualidad y salud están en el centro de la agenda política conservadora y fundamentalista del gobierno federal. Uno de los resultados de este escenario son los retrocesos en las políticas públicas para la salud de la mujer y la madre y el niño, incluido el derecho al aborto legal. El tejido social brasileño y latinoamericano está impregnado de valores morales y religiosos inclinados hacia el conservadurismo.

En Brasil, a pesar del laicismo previsto en la Asamblea Constituyente de 1988, la religión nunca ha dejado de intervenir en el Estado brasileño, más que eso, hasta que hoy tiene el poder político para dictar el rumbo de la educación y la salud en el país. Desde 2017, el lema de Pocket "Brasil sobre todo, Dios sobre todo" ya había señalado lo que se avecinaba. El gobierno de Bolsonaro representa la máxima "liberal en la economía y conservador en las costumbres" y en este sentido, no podía dejar de fortalecer el poder político de las iglesias y grupos religiosos de extrema derecha (católicos, evangélicos y neopentecostales). El discurso religioso "pro-vida" utilizado por los grupos antiaborto también es defendido por este gobierno. Finalmente, es necesario situar la situación nacional a nivel global. Sabemos que la verdadera motivación de la alianza internacional antiaborto de la que Brasil es signatario (Consenso de Ginebra) es la criminalización de los Derechos Sexuales y Reproductivos de niñas y mujeres, especialmente aquellas en situaciones de violencia sexual e interrupción voluntaria del embarazo.